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Por Erika Orozco:
Estas salidas nos ayudan a alejarnos de la rutina diaria de la ciudad y nos permite descubrir los diversos pueblos y caseríos como el de Collata, que están en todo nuestro país; a la vez nos permiten ponernos en contacto con la naturaleza y respirar el aire puro que es tan escaso en Lima.
El punto de encuentro fue en la puerta principal de la PUCP a las 6:30 am. (para así poder aprovechar el día), una vez formado el grupo nos dirigimos hacia nuestro destino, antes de comenzar realizamos las presentaciones respectivas e iniciamos la caminata por un camino tranquilo y sin mayores complicaciones, salvo por unos cuantos atajos que tomábamos para poder ganar tiempo y hacer más interesante la subida; después de 3 hrs. aproximadamente de caminata llegamos al caserío de Collata, localizado en la quebrada Pancha a 3200 msnm, en este punto tomamos un descanso para poder dar cuenta de nuestras meriendas.
Una vez que descansamos y recuperamos las energías necesarias con un grupo decidimos continuar el camino hasta llegar a los Complejos Arqueológicos de Masack y Rumar; el llegar hasta allá fue toda una recompensa porque nada se compara con la satisfacción de llegar hasta la cima y poder ver todo el hermoso paisaje desde allá arriba, es en estos momentos en que uno de verdad puede apreciar la maravilla de la naturaleza.
Después de las fotografías de rigor regresamos al pueblo de Collata, donde un señor del lugar nos hizo degustar el queso que preparaba, y después de probarlo no había nada más que hacer que comprarle, pues estaban ricos. Luego de este pequeño break, iniciamos el camino de regreso, que fue mucho más sencillo, excepto por los atajos que debíamos tomar de nuevo.
Finalmente llegamos al punto de partida donde la custer nos estaba esperando para regresarnos a Lima, a nuestra realidad, pero después de este tipo de experiencias nos sentiremos más relajados para continuar con nuestras rutinas.
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